La noche con sus encantos, lleva a que pensamientos, sentimientos y delirios varios, afloren.

jueves, 21 de octubre de 2010

Te recordaré...



















Aunque aquel ocaso no vuelva ya,

aunque esa boca no besará más,

aunque aquellas manos no trabajarán,

aunque todo pasó, tú quedarás.

Aunque esas sendas no te verán caminar,

aunque los veranos no te tendrán,

aunque esa mirada ya no seducirá,

aunque ya no estés, en mí estarás.

Aunque nadie volverá a verte más,

aunque en nuestras memorias vivirás,

aunque nadie lo entienda y duela tu ausencia,

en nuestros corazones por siempre perdurarás.

viernes, 8 de octubre de 2010

...Retomando un placer...


Una noche como cualquier otra, después de una agotadora semana, me dispuse a retomar mis escritos; bien sé que no soy buena para esto, pero sinceramente me relaja hacerlo y deja que mis manos escriban solas casi sin pensar en las cosas que van surgiendo cuando las palabras brotan de lugares que aun no puedo reconocer. Siempre mi amiga la noche, acompañándome en el desvelo, y empujándome a hacer esto, me tiene una vez más aquí, sin saber el fin de lo que letra a letra va a surgir, y hasta desconociendo las causas que me retienen inmóvil aquí.

Quisiera poder decir que algún amorío hoy me inspiro a escribir, pero ni siquiera la ausencia del mismo en largo tiempo en esto pudo influir. Tampoco una historia de vida prestada o alguna experiencia observada que me dejó algo, hoy se hace presente. Tal vez sea que no me he puesto a pensar detenidamente en el origen de ciertas cosas, o que no quisiera traerlas a este mí presente. Más allá de todo, porqué debería de saberlo, sólo quiero disfrutar de esta calma ferviente que me da el placer de simbolizar de algún modo lo que estoy sintiendo. Esa sensación de que lo que nace de lo mas interno, me envuelve y desenvuelve cuando logra expresarse, jugando a descubrirme, y a que me descubran, o inútilmente intentando engañarme.

Que mas da esta noche!, en la que solo quiero disfrutar del placer de delirar unos momentos, y en los que a diferencia de casi el resto de mis días, no prioricé el pensar y razonar en pos de volar, lo que me permitirá luego retomar la realidad con aires renovados de vitalidad.