La noche con sus encantos, lleva a que pensamientos, sentimientos y delirios varios, afloren.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Quién me diría...



Quién me hubiese dicho que llegaría a extrañarte así.
Quién hubiese podido anticipar que echaría de menos tus tontas peleas,
que buscaban inútilmente hacerme enojar.
Quién me explicaría como siendo un completo desconocido,
llegaste a sacudirme de este letargo que me mantenía en la fantasía,
para evitar la solitaria realidad.
Cómo es que generaste en mí esas imperiosas ganas de saber algo de tí
a cada momento del día.
Cómo es que lo que comenzó siendo un juego,
hoy puede ser una nueva página del libro que no escribo hace tiempo.
Cuándo fue que empecé a necesitar escuchar tu voz tras el teléfono,
y más aun que hasta sin pensarlo, te pienso.
Qué extraño es inhibirme ante tu presencia, pero querer tenerte cada vez más cerca.
Más extraño es aun sentir por primera vez que las palabras sobran,
y solo pretendo abrazarte y que el lenguaje de la mirada pueda hacerte saber,
esto que en mí hace un tiempo despiertas, quizás sin querer.

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