La noche con sus encantos, lleva a que pensamientos, sentimientos y delirios varios, afloren.

lunes, 22 de marzo de 2010

Desencontrados


Tú allí, donde solo tú conoces,


yo aquí, donde solo yo conozco;


ambos amándonos en silencio,


bajo la penumbra de no tenernos.


Tantas canciones compartidas


que aún no sabemos,


tantas noches de caricias


que nos dimos en sueños.


Contamos los días, las horas, los momentos;


contamos cada amanecer en que,


la cama vacía delata la ausencia,


de quien ocupa nuestros pensamientos.


Es el destino, el cruel villano,


que sólo provoca el desencuentro,


pero que no podrá evitar que estos amantes,


unan sus vidas, y ya no en sueños.

jueves, 18 de marzo de 2010

...Sensaciones...


El sudor de mis manos

empiezan a hablar de algo,

que me está sucediendo.

Melodías que me envuelven,

acelerando mis latidos,

y agudizando mis sentidos.

Pensamientos que no tienen un nombre,

pero que ofician de fantasma,

de lo que mi deseo reclama.

Sensaciones extrañas,

que requieren ser exploradas,

encausadas, vivenciadas.

Asustan de a ratos,

pero es más fuerte

experimentar la novedad del momento.

Basta ya de silenciar,

eso que mi ser,

pidiendo a gritos está.

...La Carta..


Una y otra vez repasaba las letras,

que como marcas de fuego,

quedaron plasmadas en aquel papel,

e imborrables en los recuerdos de lo que fue.



La belleza de esas palabras,

que a un estado de ensueño,

en esos mágicos tiempos,

por el cariño que le sentía, la llevaban.



Era imposible no derramar lágrimas,

al tiempo que una triste sonrisa,

levemente se dibuja en su rostro,

al repasar esas dulces mentiras que felíz la hacían.



Pasado que cuesta desamarrar,

esos amoríos de juventud, intensos,

que ella deseaba fueran eternos,

que en el bello y duro camino del amor iniciandola fueron.






martes, 16 de marzo de 2010

Desahogo...


Inevitables, inoportunas,
Sin permiso atropellan mis ojos,
Y se abren paso, surcando mi rostro.
Incesantes mis lágrimas lo recorren,
Y una fuerza oprime mi pecho,
Dejándome sin aliento.
Una línea curva trata de esbozar una sonrisa,
Mientras siento desintegrarme,
Y consumirme por dentro.
Me ven vital, fuerte,
Pero no es mi penosa realidad,
Sino que estoy avasallada por la sensibilidad.
Cada palabra, gesto, es un puñal agudo
Enclavado en mí ser, pero siento merecerlo,
son el boomerang de regreso de lo que he hecho.
Silenciosa, abstraída, pequeña, insomne,
Aturdida de las voces de mi conciencia
Que solo me desorientan.
Y este corazón apabullado,
Tembloroso, miedoso a dar su veredicto,
Tiene mis días en vilo.

sábado, 13 de marzo de 2010

Culpa...


Siento la necesidad imperiosa de algo dulce,

para aplacar el sabor amargo que me deja

saber que te quiero y no podré amarte.

Quiero caminar bajo la lluvia, asi moja mi rostro

y disimula las lágrimas provocadas

por saber que te haré sufrir.

Necesito que te enojes, así podré odiarme,

y aprenderé a pensar una y mil veces

antes de decir algo que pueda ilusionarte.

Cómo hacer para ocultar tras una sonrisa

el dolor que siente mi corazón

por haberte hecho inmerecidamente esto.

Cómo acallar esta culpa que me consume por dentro,

y no hacer notar lo mucho que me detesto

por lo que está sucediendo.

No pido que puedas perdonarme,

tan sólo que puedas escucharme,

pues yo me llevo lo peor de esto,

al por mis errores, de mí alejarte.

Necesidad de calma...

Suave viento que me acunas mientras me resisto a dormir; no puedo hacerlo; temo a despertar deseandolo más.
Impotencia al no poder controlar esto. Saca lo peor de mí. Me desconozco. Me vuelvo esa imbécil que tanto siempre detesté. De dura roca a tierno capullo de algodón. Me perturba. Parezco una máquina que procesa y procesa datos y no logra arribar al resultado que quiero.
Ahora tengo miedo a mis palabras; estoy siendo esclava de los que hasta hace un tiemopo venía sosteniendo.
El viento viró de dirección y vino hacia mí, arrollándome con aquellos decires que de mi boca salieron en algún momento.
Todo lo que desprecié, se condensó en eso que ahora tengo y que tanto me cuesta creer que sea lo que quiero.
Dudas, ambivalencia... Basta!!! Necesito calma, nosé hasta donde soportaré esto. Me supera. Necesito respuestas y sólo obtengo más dudas.
Bronca, impotencia; ganas de descargarla contra pensamientos, ideas que lo constituyen y que perduran por horas; y bastan tan solo unos segundos para olvidarme de ello, y caer nuevamente presa del deseo. Débil, así soy. Es una lucha constante. Deseo y razón disputan la opción a seguir.
Descreo que logremos un Yin-Yang perfecto; demasiada polaridad. Aún sigo sin dilucidar cual es ese delgado hilo que nos conecta, que es aquello que nos mantiene juntos a pesar de conocer esos avismos que nos diferencian.
Esto no me hace bien, pero me cuesta poner punto final.
Quiero calma, serenidad... Tranquilidad para pensar en lo que mi ser, necesitando está...


( viejo delirio)